¿Por qué se rebelaron los mayas en 1847? La desposesión de las tierras del común
Durante décadas las y los historiadores han discutido los motivos que llevaron a los mayas a sublevarse en 1847. A pesar de que la discusión está lejos de terminar conocemos de mejor forma, gracias a estos estudios, el enorme descontento de los pueblos mayas a mediados del siglo XIX. Una de las explicaciones más antiguas era la que vinculaba a la insurrección con un levantamiento en contra de la desposesión de las tierras comunes de los pueblos mayas. Fue una explicación dada por Justo Sierra O’Reilly desde el siglo XIX.
Posteriormente el historiador estadounidense Howard Cline propuso, retomando la propuesta de Sierra, que la expansión de la industria azucarera habría presionado de tal forma a los pueblos mayas del oriente y sur de Yucatán que no tuvieron más solución que insurreccionarse. Robert Patch refinó la tesis de Cline y aseguró que una de las causas principales de la guerra fue el cambio agrario que comenzó después de la independencia, transformando en las décadas posteriores 600,000 hectáreas a propiedad privada.
Este cambio agrario no solo amenazaba la forma de vida tradicional de los pueblos mayas sino que debido a la violencia con la que fue promovido creó un clima de tensión entre los campesinos y los hacendados. Fue un historiador especializado en el campo yucateco, Arturo Güémez Pineda, quien cuestionó la idea dominante del factor agrario como causa principal de la sublevación.
En sus vastos estudios Güémez encontró que en mucho lugares la enajenacion había sido más intensa que en la “frontera”, como por ejemplo, en el noroeste de la Península. También halló que aunque las adjudicaciones se otorgaron eso no significaba una ocupación plena. Los ayuntamientos y las Repúblicas de indios lograron defender, en muchos casos, de forma exitosa tus tierras del común. Esto no significa que la desposesión no hubiera existido, pero otra cosa es decir que fue el factor central en los eventos de 1847.
En Acanceh, por ejemplo, la República de indios defendió sus montes del común de la expansión de la hacienda Tepich y su anexa Teuitz. Para deslegitimar la protesta los hacendados usaron la amenaza de que enfrentaban una guerra de “castas”. Este tipo de acusaciones comenzó a ser frecuente en aquellos años.