Notas sobre la etimología del topónimo Yucatán

Notas sobre la etimología del topónimo Yucatán

Por Martín Sobrino Gómez

La anécdota sobre el supuesto origen del nombre de Yucatán se ha repetido tantas veces (empezando por los propios frailes y cronistas) que mucha gente hoy en día realmente cree que es verdad. Ya saben cuál anécdota, la que, en resumen, dice que el nombre significa: ‘No entiendo tu lengua’ o ‘No entiendo lo que dices’ o algo así. Se encuentra en diversas fuentes históricas, como en la Relación de las cosas de Yucatán de fray Diego de Landa en la sección donde se habla de la etimología del nombre de la provincia de Yucatán, por ejemplo. Quién sabe quién o quiénes fueron los que imaginaron tal escenario, pero lo que sí es seguro es que el nombre Yucatán fue, por las razones que sean, el que los españoles quisieron que la Península tuviera.
En su Historia de Yucatán, Eligio Ancona menciona que, en 1517, el gobernador de Cuba le preguntó a Bernal Díaz del Castillo si ya habían sanado sus heridas “para volver a Yucatán”, y que este último se sorprendió de que le diera un nombre que él mismo no conocía aun habiendo estado en ese lugar. También menciona que por ese tiempo fue que empezó a difundirse ese nombre sin que nadie supiera quién fue el que la llamo así por primera vez. El registro más antiguo (hasta donde yo sé) en el que se menciona a la Península con el nombre Yucatán es de 1519. Todos recordarán el famoso naufragio de la carabela de Valdivia al dirigirse a Santo Domingo desde Cuba en 1511 (donde se encontraban Gonzalo Guerrero y Jerónimo de Aguilar). Sobre este naufragio en particular, Manuel Alvar (1972: 1), explica que tales acontecimientos no fueron narrados por los protagonistas del naufragio, sino que se tuvo noticia de ellos hasta las expediciones posteriores a Yucatán. Este mismo autor menciona que, en 1885, se publica una carta llegada a Sevilla a inicios de 1519 en la que se menciona a los náufragos de 1511 así como, por primera vez, el nombre Yucatán, y comparte el siguiente fragmento de la misma:

“Dos días ha que llegó aquí una carabela de LXXX toneles que viene desta tierra nueva, que se dice Hiucata; trae en ella seis indios desta misma tierra; dice que están allá quince o veinte años ha, ocho hombres castellanos de Sevilla e de la tierra, y estos son hombres de una carabela que se perdió que iba a aquella tierra, de que escaparon ellos, y están casados y ricos” (citado en Alvar 1972: 1).

Además, parece haber evidencia suficiente de que, en época prehispánica, el nombre de toda la región era Maya (Cunill 2022, una visión un tanto diferente puede verse en Restall & Gabbert 2017). Incluso, todavía en el último cuarto del siglo XVI, la palabra Yucatán no se utilizaba en el idioma maya para referirse al territorio (Cunill 2022).

Algunos investigadores han sugerido la posibilidad de que el nombre de Yucatán, no esté en maya sino en náhuatl. David Bolles (2001) apunta que el /tan/ en Yucatán podría tratarse del sufijo náhuatl –tla/-tlan que es un locativo, es decir, indica algo como ‘el lugar de’. Este autor muestra que, en el Diccionario de la Lengua Náhuatl de Rémi Simeon, YUHCATLA significa ‘lugar desierto, solitud’ y, asimismo, señala que, en el diccionario de Molina, la raíz YUCA tiene el significado de ‘pertenecer a otro’.

Todo esto tiene mucho sentido si, por un lado, observamos la toponimia del país y de países vecinos, como Guatemala. Ya se ha dicho muchas veces que la mayoría de la toponimia en México (incluido el propio nombre del país) está en náhuatl. En Estados como Chiapas y Oaxaca, donde se hablan lenguas mixe-zoques, lenguas mayas y lenguas otomangues, por ejemplo, la toponimia (oficial) en lengua indígena está en náhuatl. Por ejemplo, en Chiapas, el municipio de Zinacantan, ‘el lugar de los murciélagos’ es un calco en náhuatl del nombre propio del lugar, que es Sots’leb, con el mismo significado. Sólo hay dos regiones donde los pueblos no tienen la toponimia indígena en náhuatl: Michoacán y la Península de Yucatán. En el primero se encuentran nombres (oficiales) como Pátzcuaro, Tzintzuntzan, Tzurumútaro, etc. Lo mismo en la Península de Yucatán. Lo que estos dos lugares tienen en común (además de lo ya mencionado) es que parecen ser territorios que nunca fueron conquistados por los mexicas, pues incluso en Guatemala toda la toponimia de los pueblos mayas de ahí está en náhuatl. De esta manera, mi hipótesis es que la Península era designada por los mexicas como yuhcatla/yuhcatlan con el significado de ‘lugar que pertenece a alguien más’ o ‘no conquistado’, o ‘lugar desierto’ (entendiéndose que no hay de su gente). Bolles sugiere que el cambio de –tlan a –tan se habrá debido a la pronunciación de los mayas y españoles que no podían pronunciar la /tl/, pero es más probable que los españoles hayan tomado el término de hablantes de las variedades sureñas de náhuatl que, de acuerdo con lo que solía decir Otto Schumann, tienen /t/ en lugar de /tl/, lo que, me parece, puede observarse cuando vemos nombre como Zinacantán, Chiapas o Uspatán, Guatemala, pero, más al norte, tenemos, por ejemplo, Mazatlán, con /tl/.

Muchos idiomas mexicanos y centroamericanos revelan este mismo patrón: mazateco, chinanteco, ocuilteco uspanteco, etc., debido a que era la designación de los mexicas a los pueblos que conquistaban. De esta manera, podemos darnos cuenta de que el gentilicio de Yucatán, o sea, YUCATECO, se forma precisamente con este sufijo, por lo que su etimología claramente significa ‘habitante de Yucatán’ o, tal vez, ‘del lugar no conquistado’…

Por ende, muchos gentilicios y nombres de lenguas originarias que son utilizados en la lengua española son de origen náhuatl, y podemos rastrearlos por medio del sufijo {–teka} ‘habitante de’. Por ejemplo, huasteco: Del náhuatl wax [waʃ] ‘guaje’ y sufijo –teka ‘habitante del lugar de los guajes’ (Alonso de la Fuente 2007).

REFERENCIAS

  • Alonso de la Fuente, José Andrés. 2007. Proto-maya y lingüística diacrónica. Una (breve y necesaria) introducción. Journal de la Société des américanistes 93 (1): 49-72.
  • Alvar, Manuel. 1972. Las relaciones de Yucatán del siglo XVI. Revista de Filología Española LV.
  • Bolles, David. 2001. Combined Dictionary-Concordance of the Yucatecan Mayan Language. [http://www.famsi.org/reports/96072/index.html]
  • Cunill, Caroline. 2022. Usos de la voz “maya” y reivindicación identitaria en una carta inédita en lengua maya yucateca del siglo XVI. Estudios de Cultura Maya XL: 167-185.
  • Restall, Mathew & Wolfgang Gabbert. 2017. Maya Ethnogenesis Group Identity in Yucatán. 1500-1900. En “the only true people” Linking Maya Identities Past and Present. Bethany J. Byyette & Lisa J. Lecount (eds.), University Press of Colorado.

Enlace a la publicación original de El español que se habla en Yucatán: https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=pfbid02qh4g35fRVBukhS1YT4unUqCi63Jn6TEQ5k78JKsYjmQfdzdo9S9ipQJjUzND6bPzl&id=100064119003841&mibextid=qC1gEa

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